viernes, 28 de septiembre de 2007
jueves, 27 de septiembre de 2007
Murphy
Ley 1: Cuando voy a cagar casi nunca hay papel. Vale, lo sé, en parte es culpa mía por no mirar antes, pero es tan patético que siempre me toque a mí... Y menos patética es la solución..., ya me veis levantándome, con los pantacas bajados, andando como un pato a por el papel.
Ley 2: No tengo ganas de mear, pero basta que me vaya a lavar las manos para que me entren. Yo no sé si será el sonido del chorro del agua o qué... pero bueno, ahí está.
Ley 3: Basta que esté en la ducha para que suene el teléfono... no falla.
Ley 5: Si planeo algo, llámale salida, llámale excursión... nunca sale bien. Para que salga bien lo mejor es improvisar.
Ley 6: Cuanto más hambriento llegue a casa, menos me gustará la comida (como el pez o la tortilla), en cambio, si estoy desganado, ese día fijo que habrá pizza o croquetas caseras, empanada, macarrones, biquinis...
Ley 7: Cuando digo: esta noche volveré pronto..., suelo volver cuando está saliendo el sol. En cambio, si digo que no tengo hora, a la una ya estoy durmiendo.
Ley 8: Siempre que hay alguna efeméride importante, ese día estoy enfermo.
Lo sé, lo sé... mal de muchos, consuelo de tontos, pero es que me la repela..., yo espero que a alguien le pase como a mí.
lunes, 24 de septiembre de 2007
Una fiesta odiosa
Como norma general, y si mi acuerdo que cumplo años, ya me levanto de mal humor ese fatídico día... te vas a currar... todo el mundo: felicidades, felicidades y más felicidades.... y tú: gracias gracias y más gracias... hasta que te quedas sin saliva de tanto darlas. El próximo año me cuelgo un cartel en la frente que ponga: GRACIAS. Luego págales la coca-cola que te reclaman (es tradición ya en mi empresa pagar la bebida cuando cumples años).
Después en casa: Oohhh... como has crecido, si me acuerdo que eras un niño y hoy estás hecho un hombre (ah vale... ¿ayer no lo era?)... que si cuando nací, que si cuando tenía un año, dos, tres, cuatro... y así hasta tu edad de ahora, que si esto que si lo otro... y cada año las mismas historias que ya me las séeee... joder, si soy el protagonista... ¿cómo no voy a saberlo? Y si no me acordara por ser pequeño... pues no pasa nada... para eso están ellos, los familiares, para recordártelo...
Y luego está el divertidísimo amigo/familiar/compañero/especímen, que le da por tirarte de las orejas (más una de regalo, claro...), y tu te quedas allí con cara de GI-LI-PO-LLAS, aguantando el paripé y pensando... pero será imbécil, ¿te crees gracioso? ¿de verdad crees que me vas a caer mejor por esto? ¿te estiro yo de los cojones, a ver que te parece?. Desgraciado. Andaaaa y vete a estirarle las orejas a tu padre...
La puta tarta y la madre que parió a la tarta. Mira...no me gustan las tartas... ¿qué queréis que os diga?. No me gustan, las odio, pero claaaaaro, como es tu cumple y te la compran para ti pues te la tienes que comer (o dársela al perro cuando no miren... aunque luego el suelo se queda pegajoso, y oyes a tu madre cuando barre: ¿pero de que será esta mancha?, y tú te vas silvando lalalala)...
Y la puta canción, que yo no sé en el resto de las casas pero en la mía, es un cachondeo de agárrate y menéatela: unos cantando en catalán, los otros en castellano y los otros en inglés, y todos a la vez, vamos, que se oye algo así como: Hapiz feliday toliz, cumplppy feday, te desihappamooos Gambuuuuuuuuu (eso sí, al nombre llegan todos a la vez), moltchas feliday to ymees... OOLEEEEEE (al ole final también llegan todos a la vez, y es cuando sé que se ha acabado la canción,) y todo el mundo te aplaudeee y todos son felices (menos tú), y soplas las velaaaas y ¡ooohhh! sorpresa... hay 3 o 4 que no se apagan (que gracia, ja-ja-ja, me mondo), y venga a soplar y las cabronas que se vuelven a encender... hasta que te quedas blanco, mareado, bradiapneico, pidiendo una mascarilla de O2 por que vas a caer redondo y te dicen: Venga... ¿que no puedes?... que te quedas pensando... ¿Es que no lo veeeeeeeees? NO, NO PUEDO PERRY MASON, pero si quieres te estampo el pastel en la cara y te pongo las velas por el culo.
Lo único que vale la pena son los regalos, peeeeeeeero que te los den no. Para mí, sería perfecto que me dieran una nota diciendo: tienes tu regalo debajo de la cama, ábrelo cuando yo no esté delante (tipo: sé lo que hicisteis el último verano). Pero no, tienes que abrirlo con la persona delante, con los nervios, temblando y luego poner la cara de tremenda ilusión cuando te regalan algo que no tienes ni folla idea para qué sirve o si te va a hacer falta o simplemente que no te gusta...
En fin, que lo paso muy mal. Luego dicen: es que eres un borde y un estúpido... ¿pero cómo no voy a seeeeerlo? ¡Si me hacen eso...! En fin... tenía ganas ya de desfogarme sobre esto.
viernes, 21 de septiembre de 2007
LA ENCONTRÉ
La canción es de Bee Gees y se titula Man in the Middle. Por si alguien no la conoce y le apetece oírla... ahí está el vídeo del you tube:
martes, 18 de septiembre de 2007
Blanco-Negro y Sepia.




sábado, 15 de septiembre de 2007
Tratar con los niños
En mi casa tengo dos sobrinas pequeñas 5 y 2 años. Yo las quiero, por supuesto, esto que no quepa duda... pero no soy amoroso con ellas, las quiero a mi manera. De hecho no soy amoroso con nadie, no soy la típica persona cariñosa. Mi talante (como diría ZP) es de otro estilo, aunque no sé cuál.
Un adulto puede entender que hay personas de mi especie, más bien... ¿fríos?, y se les acepta y se les llega a querer tal y como son, pero un niño pequeño no, no lo entiende, lo nota y encima hace eco de eso.
El otro día estaba en mi habitación haciendo no se qué. Mi sobrina mayor entró. Quería que le hiciera caso, pero yo no podía estar por ella..., lo único que supe decirle es que se fuera a jugar al comedor, a lo que me soltó una de las peores frases lapidarias que podrían haberme dicho en la vida: -¿Es que no me quieres?. Esas palabras, como tantas otras, están aquí dentro, en mi cabeza.
Sé que tengo que estar más por ellas, jugar, darles más besos, acariciarlas... pero es que no sé hacerlo. No soy cariñoso. Mientras a ellas se les llena la boca de decir: -T'estimo molt, tiet (te quiero mucho, tío), yo me limito a sonreirles, hacerles una mueca graciosa o, si estoy de buenas, les acaricio el pelo. Pero eso no es suficiente.
Aún así, daría mi vida por ellas.
martes, 11 de septiembre de 2007
Filosofando...
BLOG DE UNA PERSONA X: Hoy he salido a la calle a tomar el sol. Hace un día precioso, me he sentado en un banco a leer el periódico absorviendo el aire fresco por cada poro de mi piel, me he sentido más vivo que nunca. Después de un rato mirando al cielo y sonreír a los pájaros que revoloteaban por mi cabeza me he encontrado con Antonio. De hecho, lo he visto nada más salir a la calle, a unos cuantos metros de mí, hablando con otro señor que lo tengo visto, pero no he dicho nada para no molestar. Al cabo de un rato se ha acercado, ¡Qué alegría! hacía mucho tiempo que no lo veía, y como siempre vestido de blanco, él dice que es su color favorito. Hemos estado hablando durante un buen rato. Antonio es un tío muy majo, se preocupa por mí. Siempre me pregunta que como estoy, que no haga esto, que no haga lo otro, a veces me irrita por que creo que intenta controlarme, pero en el fondo es un buen tío. Después he ido a hacer la compra, y ya por último he llegado a mi casa y me he puesto a escribir en un blog que tengo (pero que nadie sabe que lo hago). Bueno, me voy a comer.
LA MISMA SITUACIÓN EN EL BLOG DE ANTONIO: Cada vez es más duro ver a X, tan joven y tan atormentado. Pobre, aun no sabe que está ingresado en un psiquiátrico. Yo, como su psiquiatra que soy intento ayudarle, darle consejos, le digo: no hagas esto, no hagas lo otro, y parece que me hace caso, pero vive en su realidad, en su mundo imaginario. Hoy lo he visto sentado en una silla del jardín del centro, sonriendo a la nada, mirando al cielo encapotado y amenazante de lluvia. Me duele mucho verle así, parece tan buena persona...
Después, como cada día, se ha sentado en la silla de su celda a hacer ver que escribe en un ordenador imaginario, a veces sonríe cuando lee algo..., me pregunto qué será lo que se imagina.
A veces saca una piedra alargada de su bolsillo, se la pone en la oreja y empieza a hablar..., me dice que es su móvil, y yo, pues claro, le sigo la corriente. A veces se desnuda y se "enjabona" con una hoja caída a modo de esponja, y yo... le sigo la corriente.
A veces jadea, haciendo movimiento de baibén, suda y siente placer... está haciendo el amor a la nada, y yo... le sigo la corriente.
Todo lo que él hace y vive no existe, está en su mente. No tiene familia, no tiene amigos, nadie le llama y nadie lo quiere... y no sé cómo se lo podría hacer entender... mejor será dejarlo así y que viva su realidad, encerrado aquí parece feliz.
¿Y QUIÉN PUEDE NEGAR QUE YO, QUE HE ESCRITO ESTO, O TÚ, QUE LO ESTÁS LEYENDO... NO ERES ESA PERSONA X, Y EN REALIDAD TODO ES FRUTO DE TU IMAGINACIÓN?
sábado, 8 de septiembre de 2007
La vendimia

Si hay algo que me gusta de donde yo vivo es lo que me rodea. Y para muestra un botón. Aquí dejo una foto que hice el otro día paseando por los alrededores de mi casa.
Llega septiembre, y con él la vendimia. Me encanta ver las cepas repletas de uva, blanca, negra, para posteriormente ser convertida en cava, con el que brindaremos estas próximas Navidades y el resto del año. Como habitante de tierra de vino y cava que soy, no puedo evitar emocionarme viendo a los payeses, contratando a gente para recolectar en la vendimia... es un gesto hermoso, y para mí, lleno de simbolismo de mi tierra.
Aquí solemos cantar una canción, muy bonita:
Beu en Gambutrol, torna a beure,
d'aquest vi, que n'és de bo!
Aquest vi de... Vilafranca,
beremat a la tardor.
Traducido al castellano:
Bebe Gambutrol, vuelve a beber,
de este vino, ¡que rico que está!
Este vino de... Vilafranca,
vendimiado en otoño.
Para cantarlo se debe cambiar el nombre de Gambutrol, por el de otra persona; después, ésta tiene que cantarla diciendo otro nombre y así sucesivamente..., hasta que todos hayan cantado, al menos una vez.
lunes, 3 de septiembre de 2007
Premio

