domingo, 30 de diciembre de 2007

El calvo de la lotería

¡Pues no! Me niego rotundamente a aceptarlo. Poco que me gusta la Navidad y encima va y nos quitan al calvo de la Lotería.... ¡ES INADMISIBLE!.



domingo, 23 de diciembre de 2007

Un llamamiento a la humanidad

Hay cosas que caen por su propio peso. Son cosas que no nos enseñan, o no deberían enseñarnos, por la obviedad que encierran. Esto es una llamada a la civilización, y aunque yo sea el predicador, este mensaje también va, por supuesto, dirigido a mí.

Señores... vamos a ser cívicos. De verdad, no cuesta tanto, con un pequeño gesto nuestro podemos cambiar muchas cosas. ¡¡¡Usemos las papeleras!!! De acuerdo que no siempre hay una cerca, pero si ese es el caso, no cuesta nada guardarse el papelito en el bolsillo. Las colillas no se tiran al suelo... se apagan en el suelo, y se tiran a la basura o se guardan en el bolsillo.

Usemos pilas recargables... todo son ventajas: Te ahorras comprar pilas nuevas, duran más, y lo más importante... ¡NO CONTAMINAN!. Sin embargo, no acaban de cuajar en la sociedad. Y si tenemos de las normales... POR FAVOR... se deben depositar en los contenedores especiales.

El aceite se puede reutilizar dos ó tres veces, guardarlo y después llevarlo a un punto de reciclaje (sí, ya sé que da palo, pero es que hay que hacerse)

Menos coche y más andar. El papel, el cristal, las latas... se debe separar, también sé que es un engorro tener varios contenedores en casa... pero es que hay que hacer un pequeño sacrificio.

AHORREMOS AGUA... por Dios, llenad botellas de agua y ponerlas en el depósito, así al tirar la cadena no sale tanta. Si tiramos un papel en el váter... NO TIRÉIS DE LA CADENA... esperad que haya más o que uséis el inodoro...

El planeta ya está muy mal, pero aún no es tarde. Podemos vivir en un mundo mejor si somos respetuosos entre nosotros y con la naturaleza.... sólo tenemos que usar el sentido común, colaborar y hacer pequeños sacrificios... porque muchos pequeños sacrificios acaba siendo un gran sacrificio. Seamos cívicos, por favor... es por nuestro bien.

martes, 18 de diciembre de 2007

Pequeña gran confusión.

Un amigo mío se fue de vacaciones a Madrid. Su novia se quedó en Barcelona por causas de trabajo, así que él, ni corto ni perezoso, decidió mandarle un regalo a su querida. No se le ocurrió nada más que comprarle unas gafas, ya que las de su novia estaban bastante viejas.
Peeeeeero, en la óptica, confundió su regalo envuelto, con un paquete de otra mujer que estaba envuelto igual y que contenía unas bragas. Él no lo sabía, claro, así que le mando el regalo con la siguiente carta:

Querida Raquel:
Estaba pensando en comprarte algo original y útil, así que se me ocurrió mandarte esto, ya que las que llevas últimamente dan un poquito de pena y están viejas. Cuando entré en la tienda me quedé asombrado, no sabía que hubiera tantos modelos y de tantos colores. La dependienta, muy amablemente, me recomendó las suyas, y la verdad es que le quedaban muy bien, pero no van con tu estilo, así que me enseñó varios modelos, y hasta se las probó para que yo viera el efecto que hacían... yo también me las probé allí mismo, y no veas como se río una clienta que estaba por ahí... jejeje, la verdad es que quedaban graciosas en mí, que sabes que tengo unos rasgos muy alargados.
Espero que no las pierdas como las que tenías antes, ni que se te olviden en cualquier sitio, que sé que tienes la manía de quitártelas y dejarlas encima de la mesa o ponértelas en la boca para parecer más interesante. Espero, también, que no te vayan muy grandes, no vaya a ser que se te caigan mientras andas.
Póntelas y enséñaselas a todo el mundo, a tus padres, a tus hermanos a tus vecinos... que estoy seguro que te quedarán mejor que a la dependienta...
Un abrazo y espero verte pronto. Te quiero.

Anónimo

sábado, 15 de diciembre de 2007

mis nuevas zapatillas


Jejejeje... tenía que enseñarlas... no me he podido resistir. ¿A que molan?.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Ya llegó la Navidad... ¬¬'

Los peces ya vuelven a beber en el río, las campanas de Belén ya suenan, hacia Belén ya va la mula rin! rin! mientras que el camino a Belén lo voy marcando con mi viejo tambor rom pom pom pom! y... Belén y Belén y más Belén y estoy hasta los cojones de oir esta palabra. Peeeeero, no importa, porque ya llegó la Navidad y la madre que la parió... y en estas fechas, ya se sabe... no hay que enfadarse.

No sé si se nota pero no me gusta la Navidad. Yo comparo estos días como un porro... como un GRAN PORRO: todo es muy bonitooo... oohhh las luces de colores, todos somos felices, todos somos amiguitos y ooohhh, y más ooohhh, y todos nos queremos y oohhh... paz tío, y veeeenga a comprar y a dar regalos y a comer... y como es Navipeig, llamas a ese colega con el que te has cabreado a muerte para desearle felices fiestas y lo invitas a tu casa y después vas tú a la suya, y aunque os sigáis cayendo como el culo, te contienes, porque es Navidad. Eso sí, estás esperando que llegue con ansias el día 7 de enero para decirle: ¡Anda y que te jodan, gilipuá! (gilipollas en francés).

La decoración. En serio... es que me da la risa de lo absurdo que me parece todo. Se me hincha el escroto de ver tanta bolita junta, tanto lazito que si figuritas, velitas, angelicos, estrellitas, que si serpentinas por ahí, que si espumillón por allá. Y suerte que en mi casa aún se contienen bastante a la hora de decorar, lo digo por que a veces ves cada casa que parecen auténticas ferias, que sólo entrar por la puerta ya ves un cartel luminoso mega grande que pone: ¡FELIZ NAVIDAD!, con 300.000 bombillitas chiquitinas, muy monas ellas todas juntitas, chispeanteando, y más bombillitas en los marcos de las puertas, ventanas, luces en el árbol, vamos que hay lucecitas hasta en los cojones del inquilino, y todas haciendo intermitencia a libre albedrío... que te quedas pensando: Espero que aquí no viva ningún epiléptico porque las va a pasar putas.

El árbol. Yo no sé en las demás casas que pasará con los árboles, pero en la mía, tenemos uno de plástico de hace al menos 79 años, ya venía con la casa (de hecho, creo que si comprabas el árbol te regalaban la casa). Pues siempre me toca montarlo a mí no te jode... cada año igual, cada puto año igual. Además, yo soy alérgico al polvo... y anda que no hay mierda en esa caja... capas y capas de mierda acumulada (el año pasado estornudé tan fuerte que se me salió un trozo de pulmón por la nariz). Esta es la escena: Mi padre apoyado en la chimenea alimentando el fuego, el perro enrollado a sus pies, la mesa del comedor llena de chuminadas y gilipolladas navideñas (adornos) mi madre sentada en una silla diciendo: esa bolita allí, no pongas dos lazos azules juntos, el ángel súbelo más, ponle más espumillón, baja esa rama, sube la otra... y yo descongestionado perdido, estornudando como un poseso, con mi peor cara de asco, refunfuñando como un viejo, cagándome en la Navidad y en las bolitas de los cojones (cagándome por dentro claro está, que es Navidad y no lo puedo soltar pa' fuera).

En fin... FELICES FIESTAS

domingo, 2 de diciembre de 2007

Odio

Odio la ensalada de verano y las luces amarillas que alumbran el extrarradio. No soporto las tulipas de las lámparas que anidan en las mesitas de noche de cada cuarto. Odio las neveras en donde nunca hay nada aparte de agua del grifo en botellas de cocacola. No soporto a la gentuza que tiene perro en invierno y en verano va a la calle porque sobra. Odio a los violentos que golpean encubiertos por la ley, a sus familias en sus casas. No soporto los mosquitos ni las ratas ni el olor a sucio del que no se lava. Odio al que se juega sin escrúpulo ninguno todo su sueldo en una máquina del bar. No soporto a los que acuden a la iglesia los domingos y luego el lunes son peor que Satanás.

No me gustan las cadenas ni los lazos. No me gustan las fronteras ni visados. No me gustan los anzuelos ni las balas, ni la ley sin la justicia en el que manda.

No soporto a los que dicen: la letra con sangre entra... yo son sangre NO pienso negociar. Odio los torturadores pistoleros y asesinos, les deseo cien años de soledad. No soporto a los que hablan siempre a gritos por el móvil nada más aterrizar el avión. Odio a los gallitos de gimnasio porque siempre desprecian mi sudor.

No me gusta que me obliguen, sin brindarme explicaciones de porqué si, o porqué no. No me gusta ni que humillen a los toros ni la caza con hurón. No soporto a los ases del volante que al volar a 240km/h le llaman su factor riesgo, me parecen reprimidos y egoístas porque exponen mi pellejo y tu pellejo. No soporto a los perros de la guerra porque se corren disparando su cañón. Odio a los discjokeys asesinos porque siempre me joden la canción.

Qué le voy a hacer... si con razón o sin razón, aunque tú me des la vuelta, tengo el mismo corazón.

Odio de Revólver.

Obsequio de mar: