sábado, 15 de noviembre de 2008

Barcelona

No sé si será porque nací allí, porque he vivido muchos años, porque parte de mis amigos están allí... etc, pero no conozco ciudad con más encanto. Barcelona es una mezcla de culturas, olores y sabores a cada cuál más especial.


La magia de las calles del barrio gótico, el encanto de la Plaça de la Virreina, el Tibidabo, el mar, la Barceloneta, l'Eixample, Diagonal, Les Rambles... Sí, lo reconozco, estoy enamorado, pero es que... si hubierais nacido aquí, me entenderíais.

Una de las 1000 cualidades de esta ciudad es que en 20 minutos, puedes pasar de playa a montaña, ¡¡¡y está a 120 km de los Pirineos!!!. Muy pocas ciudades pueden presumir de ello. Y lo mejor que uno puede hacer es perderse por las calles y callejuelas sin ningún tipo de mapa, es la mejor manera de descubrir rincones que te dejan encandilado. En cada esquina hay algo por descubrir con un nosequé quéseyo místico, especial. No sé explicarlo, sólo sentirlo. Ya lo dice Peret, ella tiene poder, Barcelona es poderosa, Barcelona tiene poder.

Es una metrópolis con un carácter propio, con una mezcla de culturas de lo más variopinta y donde se mezcla gente de todo tipo (más de 1.500.000 de personas, cosa que hace imposible aparcar el coche...) Un lugar donde eres quien eres y a nadie le importa. Barcelona es un mundo dentro de un mundo.

Y no os podéis ni imaginar lo orgulloso que estoy de pertenecer a esta ciudad.

lunes, 10 de noviembre de 2008

El mundo...

Lejos de querer ser egocéntrico (aunque pueda parecerlo), creo, cada vez más firmemente, que el mundo se divide en dos: yo, y el resto de las personas.

La gente hace cosas muy raras... hay seres que ves cada día, convives con ellos durante ocho horas, te los encuentras por la calle y son incapaces de mirarte a la cara; y por el contrario, seres que vez 10 minutos cada dos días, que les preguntas: ¿qué tal? y te cuentan su vida...

Personas que un día te lo dan todo y otro cualquiera, a las 8 de la tarde, se esfuman y se convierten casi en desconocidos. Incluso los hay que, sin motivo aparente, te miran o contestan mal o ni te contestan.

Los hay que disfrutan criticando a los demás, cuando lo que de verdad deberían hacer es empezar por arreglar sus problemas. Los hay, también, que cada día les duele algo diferente: la cabeza, un ojo, la oreja, la pierna, la uña...¡cada día! Hay gente que no se ríe nunca, otros que siempre tienen penas y penales, otros que siempre están cabreados. Los hay que a la cara te dicen B y por la espalda te dicen C. Existen seres que estando a solas con ellos son geniales, pero cuando se juntan con más gente son insoportables o incluso te ridiculizan. Pululan por ahí personas que te apuntan con el dedo, olvidando que cuando hacen eso, tres dedos apuntan hacia ellos. Hay gente que se acuerdan de ti cuando necesitan algo, otros que ni se acuerdan aun necesitándolo, y si tú lo necesitas, te das cuenta de que quien creías que era la persona más cercana, resulta ser la más lejana, y la que está más lejos es, a la vez, la que está más cerca.
Y yo voy... y me quejo de la economía...que más que economía debería decir econosuya, porque no tengo un duro...

Y podría seguir... ¿Qué está pasando?¿Me he perdido algo?¿Siempre ha sido así? y lo que es peor...¿siempre será así?. Citando a Fiti: ya no sé si el mundo va el revés, o soy yo el que está cabeza abajo. En fin... mejor tomarse la vida a broma.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Otra nueva lección

La vida está llena de lecciones. Son esas bofetadas que no las ves venir y sin embargo están ahí. Como la que me han dado no hace mucho y de la que ya me quejaba en entradas anteriores.

En cuestión, he aprendido que: NADIE ES IMPRESCINDIBLE, o mejor dicho, nadie debe ser imprescindible. No hagáis como yo y seáis tan cazurros de pensar que como él o ella no hay nadie (no sólo en temas de amor, en el plano fraternal o de amistad también vale), porque la verdad es que hay cientos de miles de millones de personas en el mundo.

He aprendido que no es bueno concentrar todas tus atenciones hacia alguien en concreto. Hay que mantener antiguas amistades y, si se puede, ampliar el círculo lo máximo que se pueda. Es un error fatal pensar que como ya tengo un mejor amigo/a, no necesito más, porque ese mejor amigo/a te acabará dando por el culo en el momento menos pensado, queriendo o sin querer, pero lo hará, y cuando llega ese día, tú te quedas con una mano delante y otra detrás.

Hasta ahí bien. Ya he aprendido la lección, pero como soy un pequeño cabrón, no me voy a quedar de brazos cruzados. Sé que si ahora estoy "solo" (tengo más amigos, pero viven lejos, y no puedo quedar cada finde con ellos), ha sido por mi culpa, por tonto, por fiarme y anclarme en la comodidad que me ofrecía la situación. Pero no hay que olvidar que la que se ha ido ha sido ella. Bien, no pasa nada... ya volverá ya, y cuando eso pase me voy a divertir... y mucho. Por el momento me conformo con pequeñitos fastidios que hago, "sin querer", por supuesto.

Menos mal que el tiempo pone a cada uno en su lugar. Yo ya tengo un billete reservado para el purgatorio, lo sé muy bien, pero me da a mí que mas de uno y de dos me van a tener que acompañar.

Obsequio de mar: