Trabajar en un hospital te hace fuerte. Hay momentos buenos y desgraciadamente no tan buenos. Hay días que llegas de mal humor y te vas con una sonrisa enorme en la cara y días que llegas feliz y te vas casi llorando. Esto es así.
Lo que impacta es pensar en cómo puedes llegar a estar de mayor, con 90 años, postrado en la cama, simplemente respirando, por aludir un ejemplo. ¿Esto es vivir? Dejaré la pregunta en el aire...
1 comentario:
La verdad es que yo os admiro, de verdad que sí.
Trabajar en un Hospital tiene tela, hay que valer para ser médico, porque llegáis a ver cada cosa que no sé, como tú mismo dices hay días que te vas a casa con una sonrisa en la boca, y otros que desde luego estás deseando que terminen.
Desde luego estas cosas le pasan a la persona que le gusta esta profesión, pienso yo.
En fín, ésta era mi opinión.
Saludos.
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