Hoy conduciendo, he visto una cosa que me ha entristecido de verdad...
En la carretera, un gato. Seguramente le habrían atropellado, pero seguía vivo. Las dos patas traseras totalmente retorcidas. Había un pequeño rastro de sangre desde el centro de la carretera hasta el bordillo de la acera, donde estaba el gato. Con una sola pata delantera y ayudándose de la cabecita intentaba subir a la acera, pero resbalaba.
No sé. A mi los gatos no me entusiasman demasiado, pero joder, me ha dolido verle así, y eso que estoy acostumbrado a ver cosas tristes. Olé sus huevos. Almenos luchó hasta el final.
Al regresar ya no estaba.
2 comentarios:
Jo, qué mierda, qué mal me ponen estas cosas... Pobrecito, qué mal lo tuvo que pasar :-(
Saludos.
La verdad es que el instinto de supervivencia nos hace sacar fuerzas de donde no se tienen.
A mí tb me da lástima el gatito :(
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