Enfrentándome a mis miedos

Uno de mis miedos más atroces es el de ver un cadáver.

Cuando voy a un funeral o a un tanatorio jamás entro a ver el cuerpo sin vida del difunto, sin embargo, he tenido que enfrentarme a eso en un par de ocasiones (y las que me quedan), ya que trabajar en un hospital es lo que tiene....

Y no solo verlos, sino también manipularlos, cerrar ojos, cambiar vendajes, retirar parches, etc.... Mi primera experiencia nunca la olvidaré aunque os tengo que decir una cosa: si, impresiona, da respeto y no es agradable, pero no es tan traumático como pensé que sería, cosa que me lleva a la siguiente conclusión: No puedes temer a algo que jamás has experimentado, los miedos, cuanto antes aprendas a torearlos mejor te irá la vida

¡Lección aprendida!

Adelante por los sueños que aún nos quedan,

adelante por aquellos que están por venir,

adelante por que no importa la meta

que el destino es la promesa de seguir